Reciclar y reutilizar son dos acciones distintas. ¿Sabes en qué consiste cada una? Te lo explicamos a continuación.
Al depositar una botella de agua vacía en el contenedor amarillo, esta se RECICLA y se convierte en materia prima con la que crear nuevos elementos. Gracias al reciclaje, tu botella de agua se convierte, en menos de un mes, en una nueva botella o en otros objetos como una camiseta, un forro polar, una mochila, una cuerda…
El reciclaje es un proceso fisicoquímico o mecánico a través del que se consigue convertir los residuos en materia prima con la que fabricar otros productos. Así se introducen de nuevo en el proceso productivo, cerrando el círculo y contribuyendo a una Economía Circular.
El reciclaje de estas botellas de plástico (PET) hace posible que las botellas de agua vacías se vuelvan a incorporar al ciclo productivo y pasen de ser un residuo a ser un recurso con el que crear nuevos elementos. Así, gracias al proceso de reciclaje se consigue que la historia de las botellas de agua sea circular e infinita. Como el ciclo del agua, circular e infinito.
En cambio, al REUTILIZAR un envase, estamos aprovechando ese envase vacío para darle una nueva función. Esto se consigue o bien modificándolo con un poco de maña y creatividad o utilizándolo tal cual después de su consumo para otorgarle una nueva función. Así, si reutilizamos una botella de agua podría servir de florero, de portalápices…